• Contribuir a que nuestros niños y niñas sean sujetos activos de su propio aprendizaje. 

• Que el aprendizaje sea significativo y por descubrimiento.

• Que la vida cotidiana de nuestra escuela cubra todas las necesidades de aprendizaje de los niños y niñas en un marco agradable y  afectivo donde puedan sentirse felices, queridos y seguros y donde desarrollen sus capacidades de identidad, autoestima, responsabilidad, autonomía, creatividad y solidaridad.

• Prevenir y/o diagnosticar posibles problemas en el desarrollo de los niños y niñas.

• Asumir, respetar y valorar la diversidad, en la que tengan cabida todas las individualidades con sus peculiaridades y características que le sean propias.

• Defender y potenciar la coeducacion, evitando la discriminación en función del sexo.

• Educar  para la paz. Procurar ofrecer normas de conducta y de relación (cooperación, solidaridad, respeto, diálogo…) que alejen síntomas de violencia, competitividad e individualismo.

• Educar para la salud. Que los alumnos vayan adquiriendo hábitos de vida sana en cuanto al cuidado de sí mismo, alimentación, vida al aire libre, descanso y seguridad.

• Educar en colaboración con las familias, siempre en un marco de armonía, respeto y comprensión.